¿QUÉ ES LA LABRADORITA? LA AURORA BOREAL EN UN MINERAL

Algunos minerales son tan bellos a simple vista, tan interesantes y curiosos, que no hace falta ser un experto geólogo o un avezado coleccionista para apreciarlos. Uno de los casos más claros de este fenómeno es el de la labradorita, un tectosilicato perteneciente al grupo de los feldespatos, concretamente a las plagioclasas, que nunca falta en una buena colección de minerales, y que siempre es un acierto como obsequio, ya sea en forma de joyería y bisutería o de piezas decorativas. ¿Quieres conocer algunas curiosidades sobre la labradorita? ¡Pues sigue leyendo!

UNA LOCALIZACIÓN GEOGRÁFICA LE OTORGA SU NOMBRE

La labradorita fue «descubierta» (oficialmente, ya que los pueblos nativos de América del norte ya la utilizaban desde mucho antes) a mediados del siglo XVIII por un misionero moravo, en Labrador, al este de Canadá. A partir de ese momento la piedra fue adquiriendo gran fama y se popularizó su uso ornamental en Europa. A día de hoy, tres siglos después, seguimos apreciando las joyas de labradorita por su extraordinaria belleza y originalidad. Aunque hay pequeños depósitos de «espectrolita» (que es como se denomina a la labradorita de gran calidad de Finlandia) y labradorita en Rusia, India, Canadá y otros países, la mayor parte de la labradorita que encontramos en la actualidad procede de Madagascar.

SUS ESPECTACULARES COLORES SE DEBEN A UN EFECTO ÓPTICO…

La belleza de la labradorita reside en una de sus propiedades, la «labradorescencia», un efecto óptico («Efecto Schiller») producido por la estructura interna de la piedra, que hace que, al incidir la luz sobre su superficie, se reflejen ciertos colores, habitualmente verde, azul y amarillo, aunque en algunos ejemplares de labradorita (especialmente cotizados) podemos observar también naranja, morado, rosa, etc. Para que muestre efectivamente esos colores debe ser cortada y tallada con mimo por expertos, de lo contrario nos encontraremos con un simple feldespato gris oscuro de poco valor estético. La mejor forma de que se aprecie la labradorescencia es en plano o en talla tipo cabujón, siendo menos evidente la labradorescencia en formas como las esferas o las cuentas redondeadas.

… O A LA FALTA DE PERICIA DE UN GUERRERO INUIT

Una de las historias más curiosas, y que no hace sino añadir interés a este mineral ya de por si interesantísimo, es la leyenda del pueblo Inuu de Canadá sobre el origen de la labradorita. Una de las versiones de la historia cuenta que un guerrero inuit vio el precioso despliegue de luces y colores en las rocas y decidió liberarlos con un golpe de su lanza, creando lo que hoy conocemos como Aurora Boreal. Sin embargo no consiguió liberarla del todo, y parte de esta quedó «congelada» en la piedra. De esta forma, cualquier persona que posea una labradorita puede observar la aurora boreal siempre que lo desee, y esté donde esté. Romántico ¿verdad?

ES UN MATERIAL RELATIVAMENTE ASEQUIBLE

Al contrario que otros hermosos minerales y gemas utilizados en joyería y ornamentación (como el ópalo, los berilos, las turmalinas de colores o los topacios), la labradorita es relativamente asequible, variando el rango de precios entre las labradoritas de excelente calidad (con buena labradorescencia) y otras labradoritas de calidad media (con menos labradorescencia), pero siempre resultando accesible. ¿Quieres comprar labradorita? ¡Ven a vernos! En GEO ROOM te ofrecemos las labradoritas más hermosas, seleccionadas cuidadosamente para que exhiban una excelente labradorescencia. Si quieres hacerte con la tuya no dudes en visitar nuestra tienda en Madrid. Estamos en C/ Bretón de los Herreros, 22. También online.